[Serie ¿Existió Jesucristo?] Flavio Josefo y Eusebio de Cesarea

Después de los últimos rastreos que nos llevaron a una sorprendente visión sobre Jesús de Nazaret a la luz de las similitudes con Dionisos y Osiris, decidimos dejar de analizar las figuras mitológicas o místicas de la Antigüedad para centrarnos en los personajes históricos y sus biografías.

Antonio Piñero, fiel defensor de la existencia real de Jesucristo, siempre ha desacreditado a los académicos que dudaron de su existencia real alegando vagamente "demasiadas referencias históricas que demuestran su existencia, y demasiadas teorías enrevesadas para justificar su inexistencia" tal como expresa en Los cristianismos derrotados, de lectura altamente recomendable. De las pocas veces que ha aparecido en televisión, siempre cita como referencia principal al historiador Flavio Josefo.

En vistas de que todos los referentes del cristianismo siempre remiten a los críticos a la obra de Flavio Josefo, especialmente a su Antigüedades Judías, decidimos bucear un poco por aquellos lares para intentar sacar algo en claro.

Quién fue Flavio Josefo  

Busto de Flavio Josefo
Flavio Josefo vivió entre el año 37 y el 101 después de Cristo, fue un importante miembro de la comunidad judía de su época, y fue rabino cuando los judíos se rebelaron contra Roma en el año 66. Precisamente por la rebelión fue arrestado y encarcelado por los romanos, que posteriormente lo absolvieron. Una vez libre, se dirigió a Roma, donde trató de limpiar la imagen judía en su obra “Guerra Judía”, esta obra fue escrita en el año 75. Posteriormente escribió “Antigüedades Judías”, una obra donde trató de transmitir según sus propias palabras que la historia de su patria era “tan antigua e importante como la de las más ilustres naciones gentiles”.

Es precisamente en su obra más extensa e importante, la de Antigüedades, donde se nombra a Jesucristo. Y es ahí donde surge también la polémica entre historiadores, porque la obra de Josefo fue reescrita en numerosas ocasiones y de una versión a otra iba variando para favorecer cada vez más a Cristo. Le favorecen tantísimo que para muchos historiadores resulta insultante decir que un judío hablaría así de un gentil.

He aquí el fragmento donde se nombra a Jesucristo en la obra de Josefo:
“Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio – si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo -, y atrajo hacia Él a muchos judíos y a muchos gentiles además. Era el Cristo, el Mesías. Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron - ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas - la tribu de los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día".
No hay que ser una lumbrera para apreciar de un simple vistazo que el citado texto muestra constantes alabanzas hacia la figura de Jesús. ¿Un judío – los mismos que supuestamente exigieron crucificarlo – hablando así de un gentil, que encima creó una secta que atrajo a gentiles?.

Los historiadores que niegan la existencia de Cristo alegan además que en ninguna obra de los teólogos más importantes, como Orígenes - cabe señalar que insistió en que Flavio Josefo nunca consideró a Jesús de Nazaret como el Mesías -, aparece este fragmento, y que Flavio Josefo era un perfeccionista con sus textos, describiendo siempre con todo lujo de detalles las tradiciones, historias, anécdotas e incluso procesos judiciales en los que estuvieron envueltos los judíos – incluso algunos falsos profetas -, pero apenas dedicó a Jesús unas pocas líneas.

Pero por si esto fuera poco, existen además varias versiones del dichoso párrafo, una en griego, de Eusebio de Cesarea – importante obispo cristiano -, otra en árabe y otra siríaca.

A continuación se muestran los fragmentos de Eusebio de Cesarea y la versión árabe, para mostrar cómo fueron variando las versiones:

"Apareció en este tiempo Jesús, un hombre sabio, si en verdad se le puede llamar hombre. Fue autor de hechos sorprenden­tes; maestro de personas que reciben la verdad con placer. Muchos, tanto judíos como griegos, le siguieron. Este era el Cristo (el Mesías). Algunos de nuestros hombres más eminentes le acusaron ante Pilato. Este lo condenó a la cruz. Sin embargo, quienes antes lo habían amado, no dejaron de quererlo. Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de él ésta y otras mil cosas maravillosas. Y hasta hoy, la tribu de los cristianos, que le debe este nombre, no ha desaparecido".
"En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gente de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos en sus discípulos no lo abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizá el mesías de quien los profetas habían contado maravillas".

John Paul Meier
En “Jesus Outside the New Testament: What is the Evidence?”, Edwin Yamauchi sostiene que es incongruente y cándido sostener que a lo largo de los años el texto de Flavio Josefo se hubiera difundido sin haber sido alterado. Otros historiadores como John Meier – que es sacerdote católico -, sostienen que el texto tuvo añadiduras posteriores de cristianos que de alguna manera necesitaban justificar al Mesías a través de un referente histórico para los judíos.

A la luz de los hechos los historiadores de todo cuño coinciden en señalar que la versión en árabe fue escrita sobre la base del griego.

Contradicciones mayores

Además de las citadas, existen una serie de contradicciones todavía mas disparatadas que hacen sospechar de las fuentes a un sector académico minoritario. De un lado, la obra "Guerras Judías" fue escrita, tal como se citó anteriormente, en el año 75, y en ella no existe ningún tipo de alusión a Jesús de Nazaret. Habría que esperar dos décadas hasta que aparezcan dos párrafos donde se nombra a Cristo, lo que según Edwin Yamauchi es la confirmación decisiva en que el fragmento de "Antigüedades" es una añadidura de cristianos.

En "Guerras Judías" tampoco aparece citado Juan el Bautista, que casualmente también es nombrado veinte años después en "Antigüedades Judaicas", incluso Josefo le dedica varios párrafos más que a Cristo, para decir que el Bautista fue asesinado por el temor que Herodes tenía a que protagonizara una rebelión, y no por la petición de Salomé, tal como dice la Biblia. Aun asumiendo que la referencia a la existencia de Jesús de Nazaret fuera cierta y no tuviera añadiduras, la Biblia estaría en el terreno de la falsedad al contar la historia del Bautista.

Algunos párrafos antes de hablar sobre la trágica muerte del Bautista, el historiador habla sobre un "Censo de impuestos" que entra en clara contradicción con el "empadronamiento" señalado en el Evangelio de Lucas, un censo en el que según Flavio Josefo no murieron inocentes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

[Serie ¿Existió Jesucristo?] La influencia del estoicismo en el cristianismo

[Serie ¿Existió Jesucristo?] La hipótesis de "El Documento Q"