[Serie ¿Existió Jesucristo?] ¿Cómo habría sido Jesús de haber existido?

La película "La ultima tentación de Cristo", de Scorsese,
vende una imagen idealizada de Jesucristo,
ensalzando supuestos valores revolucionarios, humanistas
e igualitarios del personaje que en nada
se asemejan a su realidad histórica y literaria.
En numerosas películas creadas desde la óptica católica o protestante se ha presentado a Jesucristo como un ser más allá de lo humano; dotado de una percepción superior que lo habilita para juzgar a los demás haciendo generalizaciones sin complejo alguno.

No obstante conviene tener presente las fuentes más directas que vinculan su personalidad con las de su época. Si acudimos pues a los documentos donde aseguran que existió, y que fue incluso el Mesías, descubriremos un carácter extremista, algo que no suele gustar al ciudadano medio.

En el libro "Los cristianismos derrotados" de Antonio Piñero - recordemos uno de los académicos que sostienen que Jesús existió |1| -, se describe al posible Jesús como un rabino más de su época; fiel a las creencias judías, en ningún momento tuvo como objetivo crear una herejía ni muchísimo menos una nueva religión.

Serían las mujeres que siguieron al pie de la letra toda su doctrina, según Piñero, quienes una vez muerto él, afirmaran "sentir su presencia", por ello "sigue vivo, ha resucitado y vencido a la muerte".

En vista de ello, no cabe duda de contradicción evidente entre lo que la Iglesia Católica o los protestantes han "vendido" sobre Jesucristo y lo que realmente hubiera sido él de haber existido. Incluso las ideologías de marcado carácter revolucionario han asumido la imagen de un Jesús antisistema, humanista, vinculado a la lucha de los pobres contra los ricos, partidario de la justicia social e incluso de la distribución de la riqueza.

Nada más lejos de la realidad.

Podríamos empezar con la escena en que Jesucristo entra al templo y empieza a soltar latigazos a diestro y siniestro contra los mercaderes. Es preciso recordar que en aquella época ya había corrientes judías "puristas" que exigían terminar con los días en que se utilizaba el templo como lugar de comercio, con el único objetivo de recaudar fondos para sacar adelante la comunidad. Algo idéntico a lo que por cierto recientemente hizo el Papa Francisco al autorizar el uso de la Capilla Sixtina para un evento comercial |2|.

Lo que Jesús condenaba no era el hecho del comercio, ni tampoco la usura o a los mercaderes; exigía que no se utilizara el templo, lugar de culto religioso, para dichas actividades.

Cuando Jesucristo llama a los fieles a seguir "la Ley y a los profetas", está llamando a quemar en la hoguera a las hijas de sacerdotes que sean prostitutas (Lev. 21:9), a que los sacerdotes se casen únicamente con vírgenes, jamás con divorciadas, mancilladas o rameras (Lev. 21:14), a matar a todo aquel que diga “me cago en Dios” (Lev. 24:16), a asumir que el hombre es más importante que la mujer (Lev. 27:3-7), a perdonar el sacrificio humano (Lev. 27:29).

Gracias a esta exigencia de seguir "la Ley y a los profetas" la Iglesia Católica recaudó una cantidad incalculable de dinero al aplicar literalmente lo que manda Levítico 27:30-34: Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. (...) Y otro diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.

¿Por qué incumplen su palabra?


Es habitual asistir en la actualidad a discursos de miembros relevantes de la Iglesia Católica o de otras confesiones cristianas - incluso los de la teología de la liberación - en donde se nos insiste en la necesidad de no tomar al pie de la letra lo que la Biblia establece.

Pero de seguir sus consejos, se entra en plena contradicción con la misma base de la creencia cristiana, ya que el propio Mesías establece como requisito básico seguir a "la Ley y a los profetas", por lo que no quemar a las hijas de sacerdotes que sean prostitutas, o no matar a quien diga "me cago en Dios" cuando vamos por la calle, o no perdonar el sacrificio humano es no ser, en definitiva, ni un buen cristiano ni un buen católico.

Después de asistir a este tipo de discursos o analizar películas como "La última tentación de Cristo", donde se nos presenta a un Mesías humanista, igualitario y justiciero que en nada se asemeja a la realidad histórica o literaria de Jesús, se puede concluir sin dificultad que el incumplimiento de las exigencias cristianas tiene como objetivo presentar al público un Jesucristo mucho más atractivo, acorde a los tiempos modernos, para así atraer con más facilidad nuevos creyentes al seno de las organizaciones religiosas.

|1| http://enbuscadelpaladio.blogspot.com/2017/03/serie-existio-jesucristo-kersey-graves.html
|2| http://univisionaustin.univision.com/noticias/mundo/article/2014-10-21/el-papa-francisco-autoriza-rentar-la-capilla-sixtina-para-evento

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