[Serie ¿Existió Jesucristo?] Contradicciones del cristianismo (Parte I)

Los historiadores fecharon el Nuevo Testamento entre los primeros cuatro siglos desde la supuesta muerte de Cristo. Con los años y bajo el manto de ser la religión oficial del Imperio Romano y luego de casi todos los países occidentales, quien se atreviera a cuestionar esto era acusado de hereje debiendo afrontar situaciones personales terribles.

Durante siglos se pasó por alto que cada evangelio es en realidad un compendio de sucesos, rumores, leyendas e incluso mitos paganos que fueron sometidos a traducciones, alteraciones y redacciones de todo tipo.

Dando por hecho que Jesús existió, incluso aunque fuera como persona - sin ser Mesías -, cabría señalar que en su tiempo habría predicado en arameo. Posteriormente alguien redactó los evangelios en griego, confrontando la tradición, ya que el Antiguo Testamento está escrito en hebreo.

Pero hay todavía algo muy importante que debe ser señalado…

En los evangelios de Mateo y Lucas se nos habla del nacimiento de Jesús y de su ascendencia, en dos relatos completamente contradictorios entre sí. Mateo describe a Jesús como aristócrata descendiente de David, como legítimo aspirante al trono. Lucas coincide en señalar el linaje de David, pero señala orígenes humildes. Fue Marcos quien situó a Jesús como un carpintero.

Según Lucas, Jesús fue visitado por pastores al nacer, mientras que Mateo afirma que fueron magos, hombres de rancio abolengo muy sabios. Lucas cuenta que la familia era de Nazaret, y que se trasladó a Belén para que el hijo naciera en un pesebre. Por otro lado Mateo enuncia que al ser aristócratas, los padres de Jesús llevaban una vida muy cómoda en Belén, y que por tanto nació no en un pesebre sino en una casa.

Estos evangelios describen una experiencia de Cristo en el desierto, sin embargo los supuestos discípulos no estuvieron allí para ver qué sucedió. También nos hablan de las oraciones en el huerto de Getsemaní, sin embargo los propios autores describen que Jesús dejó solos a Pedro, Santiago y Juan, que éstos se quedaron dormidos. Así que Lucas y Mateo nos describen sucesos en los que jamás estuvieron presentes, pero es que además los que estaban presentes ¡estaban echándose una siesta!. Ni siquiera hacen mención alguna a lo que Jesús rezó en el huerto, o en el desierto, sin embargo cualquier cristiano conoce a la perfección los sucesos.

Cuando Jesús fue detenido por los romanos, los discípulos huyen despavoridos como alma que lleva el diablo, cada cual por un sitio diferente. Sin embargo todos detallan - cada cual a su manera - qué es lo que sucedió con Pilatos y Simón, e incluso el proceso completo de crucifixión.

En la crucifixión y la resurrección las contradicciones llegan al esperpento. Juan afirma que Jesús fue crucificado el día antes de Pascua, el resto de evangelios dicen que al día siguiente. Lucas describe a Jesús como un hombre tranquilo, un "cordero" al que llevan al matadero. Mateo por su parte proclama que "no trae la paz sino la espada". Él y Marcos dicen que sus últimas palabras fueron "¿Diós mío, por qué me has abandonado?" Mientras que según Lucas fueron "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Para Juan no fueron ninguna de esas frases sino "Consumado es".

Ninguno de los evangelios coincide en cómo se dio la resurrección, en quiénes vieron a Jesús, ni en qué días de la semana sucedieron los acontecimientos.